lunes, 11 de mayo de 2009

NOTAS SOBRE ROLANDO LASERIE. 1


Por Micael Avalos.

William Newton Calazán Rolando Laserie Rodríguez, quien luego acortaría su nombre para quedarse en el Rolando Laserie que todos conocemos, nació en Mata, en esa época un pueblo de apenas 2,000 habitantes en los alrededores de Santa Clara, el 27 de Agosto de 1923, hijo de Félix y Agustina y el menor de una familia de ocho hermanos. Su padre, de oficio maestro panadero y dulcero, se traslada para Santa Clara poco después del nacimiento de Rolando en busca de mejores oportunidades económicas. Empeñado en que su hijo se convierta en un maestro agrícola lo matricula en la escuela Juan Bautista Jiménez, pero Rolando ya tenía ideas muy diferentes y por lo que contó en alguna de sus entrevistas a los cinco años ya tocaba con una orquesta grande en el vestíbulo del teatro La Caridad, en Santa Clara. Asimismo el padre intentó que aprendiese el oficio de zapatero y de tabaquero, pero la escuela le seguía sin interesar a Rolando. Sus primeras actuaciones como músico tuvieron lugar, al menos por lo que indica lo poco que se ha encontrado hasta ahora al respecto, con la Orquesta Ranchuelo Swing, una agrupación que tocaba en varios de los programas musicales de la estación radial de Amado Trinidad. Dentro de la colección de documentos que alberga la Colección Cubana en la Universidad de Miami, se encuentra un viejo recorte de prensa que muestra a Rolando, con diez años de edad, tocando la batería en la Orquesta Hermanos Guimbarda y sobre la cual desafortunadamente no he podido encontrar información. Años más tarde, siendo aún adolescente, pasaría a formar parte de Cubanicay, una agrupación cuyo nombre se deriva del río que atraviesa la ciudad de Santa Clara, e integrada exclusivamente por artistas Afro-Cubanos. Por otra parte, integró la Orquesta Valdivia, y tocó también la de Julio Cueva a finales de los años 30. Aunque no he encontrado ninguna grabación de esta época, al menos si está comprobado que Julio Cueva se había asentado en Ranchuelo en 1939, tras regresar de su participación en la Guerra Civil Española. Dos años más tarde, en 1941, funda la agrupación Los Hijos de Arcaño, aprovechando la popularidad de la orquesta de Arcaño y sus Maravillas, imitando su estilo y tocando los ritmos más populares de la época: sones, danzones, pasodobles y foxtrots. Desafortunadamente, no existe grabación alguna que recoja la participación de Rolando en estas agrupaciones debido a que RCA Víctor, el único sello disquero en Cuba en ese momento limitaba sus grabaciones a las orquestas de la capital, lo que obligaba a estos conjuntos en la provincia a depender de presentaciones en sociedades de color y carnavales o esperar a ser contratados para tocar en fiestas privadas.
En 1943 Rolando se casa con Gisela “Tita” Boggiano, quien le acompañaría al año siguiente a Santiago de Cuba, donde Rolando viaja como miembro de la Orquesta Requena. Tras varios meses en Santiago, Rolando decide probar suerte en La Habana, a donde llega a principios de 1946. En busca de un puesto permanente, pasa de conjunto en conjunto, tocando con la Orquesta Hermanos Palau y con la orquesta femenina Anacaona en los famosos cafés al aire libre ubicados en los portales frente al Capitolio, aunque en el año 1947 se reintegra a la Orquesta Requena, con quienes realiza una gira de seis meses por Haití, país de origen de la primera pieza musical que grabó Rolando. En todos estos años Rolando trató de convencer a los directores de estas agrupaciones que podía desempeñarse como cantante, pero siempre terminaba cumpliendo como timbalero o baterista.
Este primer número ya mencionado, Panamá Tombé, lo graba para la Panart con los Jóvenes del Cuadro, un conjunto curiosamente así llamado por ser el director dueño de una fábrica de cuadros en el Cerro. Años más tarde Rolando admitiría que su verdadero comienzo como artista popular se lo debió a los Jóvenes del Cuadro y de que no haber sido por ellos nunca hubiese llegado a ser el Guapo de la Canción. Esta composición, una conga-himno de origen haitiano, tiene una historia curiosa que merece ser contada. Florvil Hypolite, Presidente de Haití entre 1889 y 1896 gustaba de usar llamativos sombreros Panamá y el desdichado hombre, tratando de defender su posición tras un golpe de Estado, encontrándose envuelto en esos trajines, siempre con su sombrero de Panamá en su cabeza, se cayó del caballo y se rompió la nuca, muriendo en el instante. De ahí el título de la pieza, Panamá Tombé: se me cayó el sombrero de Panamá. Desafortunadamente, ni siquiera en la colección Díaz Ayala se ha podido encontrar copia de esta grabación, aunque sí existe una versión de la misma que grabó Daniel Santos con la Sonora Matancera para la RCA Víctor en 1950.

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