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domingo, 16 de mayo de 2010

WONDERWALL.


M. Aspillaga

Todo se trata de un estado mental…siempre me lo han dicho -todo es un estado mental-En un capitulo de “Nip tuck” el doctor Sean lleva a la jovencita niñera de regreso a la casa, la joven pone en la radio el tema de Oasis, “Wonderwall”, el cirujano le pregunta que significa Wonderwall y ella le dice que es alguien cool que esta a tu lado, alguien alegre, CORTE, el medico desvía su rumbo y el próximo plano que vemos es un cenital donde el mismo le hace el amor a la muchacha en la cama de un desolado motel.
Decidí ir a ver a Lucrecia en concierto, boleros de un lugar lejano, de una tierra que forma parte de otro estado mental, de una ciudad que es un estado mental, de una historia que es un estado mental y Lucrecia genial y directa visceral profunda y nuevamente Wonderwall…creo que no todo tiene la lógica aristotélica que a veces deseo que tenga, así sucede con un universo que por momentos me llega confuso en fragmentos, reminiscencias de algo que fue y vuelve a través de Lucrecia o de Oasis (Wonderwall) desviar tu ruta y acostarte con la niñera en lo que afuera esta lloviendo, todos encerrados en aquel cuarto de madera junto al puerto del “Desierto rojo” y Monica Vitti segura y sin gestos en lo que Antonioni le pisa ligeramente el dedo gordo para que su rostro sufra una ligera transformación gestual primer plano o plano general, y todos no sabemos que hacer, esto termina mal, en sexo y orgia nadie sabe que va a suceder, pero no hay comunicación, “no hay banda” todo es un estado mental y cuantas veces hube de caminar por aquí o por allá y por supuesto por la vereda tropical quiero besar tu boca….y después seguir recordando suavemente suicidándote como ocurre una y otra vez –Titon no suicida a Sergio- no suicidio- no suicidio- juicio moral-juicio ético sobre esto o aquello- juicio o punto de vista- yo solo quiero estar tranquilo (alguien dijo) y morirme en Cuba en ese otro estado mental, sigue cantando Lucrecia sola bajo el directo halo también cenital de luz y es Celia y es salitre y es Cuba ese estado mental que sigue siendo y es reminiscencia, Cuba no es, Cuba somos Cuba es cuando te duele algo o vas al baño Cuba no es un nombre es un estado mental, -nosotros somos- que mas decir o hacer. Yo hace tiempo que no emito juicio alguno, solo me siento y escucho Wonderwall en lo que la lluvia cae sobre el cristal de mi carro.


El teatro parece quedarse expectante, Lucrecia canta, piano, su voz y nuevamente silencios que son profundos compases, Monica Vitti se entreve con Alain Delon en lo que la Bolsa de valores esta congelada, el tiempo, el mundo y todo lo que esta arriba de ambas cosas quedan congeladas. Tesis, teorías, emisiones de juicios, temas morales y filosóficos sobre este o aquel destino o sobre esta o aquella imposición van a pasar a componer esa extraña materia que se llama muerte mi único y verdadero temor sobre la tierra.

Lucrecia termina de cantar y todo queda en silencio, exacto de solo segundos, proscenio de otra lluvia de aplausos. Afuera la ciudad avanza a la noche dispuesta a sumergirse en su otra patria, mientras los cines se esconden de la muerte entristecidos.

domingo, 2 de mayo de 2010

CUANDO SEATTLE FUE BABILONIA.


Por Magdiel Aspillaga

Era adolescente cuando empecé a escuchar música, digo a escuchar realmente y tener preferencias sobre uno u otro o determinado genero musical. Recuerdo que el primer enfrentamiento fue con un cassette que tenia Rey Ruiz por una cara y el “Nevermind” de Nirvana por la otra, de mas esta decir que me impacto notablemente la cara de Nirvana. A partir de ahí comencé a buscar este tipo de música a la que algunos llamaban rock alternativo, así conocí el sonido de algunos grupos como “Sound Garden”, “Pearl Jam” y “Alice in chains”. Los amigos del pueblo decían que se le llamaba alternativo porque retomaba del rock de los 60 y 70, olvidado y algo sepultado por el heavy de los 80. Mi fanatismo hacia el ‘alternativo” fue en aumento. En cada fiesta que asistíamos los ‘alternativos” entrábamos en controversia con los de los 80, por lo regular rockeros de mas edad y dueños de los equipos de música, terminábamos escuchando entonces a Poison, Iron Maiden, Escorpión y en el mejor de los casos y mas agradecidos a la gran Metallica y Guns and Roses (siempre tratábamos de colar a U2 o Rush que lograban pasar la censura por ser ubicados dentro de los 80). En medio de estas ansias adolescentes por el grunge llego a nuestras manos el filme “Singles” de 1992 dirigido por Cameron Crowe quien rodó tiempo después “Almost famous” una cinta también homenaje al rock and roll, sacada a partir de una experiencia autobiográfica de la época adolescente en que Crowe fue reportero de la prestigiosa revista “Rolling stone”.
“Singles” fue filmada en pleno boom del grunge en Seattle y dicha ciudad es el escenario principal del filme. “Singles” cuenta con las actuaciones de Matt Dillon y Bridget Fonda. Una historia ambientada entre bandas alternativas, conflictos, humor y un soundtrack espectacular con temas de los mencionados Pearl Jam y Sound Garden entre otros muchos. De hecho el personaje de Matt Dillon es el de un músico miembro de una banda la cual es interpretada por los propios miembros de Pearl Jam.

Parecía que todo lo que tenia que ver con ruptura, desgarramiento, ansiedad y angustia estaba ligado a la lejana y fría ciudad de Seattle, de Seattle nos llegaba el aire puro de otros mundos y otras ideas, un delicioso “diversionismo ideológico” a decir de los censores del stablishment, y por supuesto un filme como “Singles” significaba un himno revolucionario al respecto. Empezamos a buscar otras películas sobre el tema y sobre Seattle, la música de todo el universo se producía en Seattle.

Nos pasábamos los cassetes grabados por otros amigos y las carátulas de los discos impresas en falsas reproducciones, siempre veíamos el nombre de Brendan O’ Brian en casi todas - Es el productor del “In utero” de Nirvana y del “Vitalogy” de Pearl Jam y de otros muchos grupos alternativos, y fue tecladista de los “Black Crows”, vaya el tipo esta detrás de todo esto, el tipo vive en Seattle- (Decíamos, no lo sabíamos pero lo deducíamos, esa ciudad seguía siendo el centro inevitable de nuestros pensamientos)
(Matt Dillon y Bridget Fonda en una escena de "Singles")

Entonces los encuentros cinematográficos en el pueblo se siguieron volcando sobre el alternativo, y la palabra Seattle se repetía en varios de los poemas del grupo, Seattle significaba la utopia, añorábamos los frentes fríos para sentirnos Matt Dillon con chaqueta y bufandas puestas y creernos Jeremy, Kurt Cobain, el cantante de Alice Chains o Chris Cornell aunque fuera solo por unos pocos días al año. Y repetíamos en cada borrachera, en cada fiesta, cuando lográbamos poner nuestra música en golpe de estado sobre el equipo de música del amigo de los 80:

But it's on the table
The fire is cooking
And their farming babies
While the slaves are working
And it's on the table
Their mouths are choking
But I'm growing hungry (Growing hungry)
I'm growing hungry (Growing hungry)
I'm growing hungry (Growing hungry)
I'm growing hungry (Growing hungry)…” (Del “Temple of the dog”: "Hunger Strike")


Tiempo después el alternativo era para la próxima generación a la nuestra como los 80 para nosotros, ya estábamos más separados y habían menos fiestas juntos. Yo había visto el documental “Quien mato a Kurt Cobain?” y honestamente mi romanticismo estaba más apagado. Seattle vino a mi mente en una ocasión en que pensé que podía cruzar la frontera por Canadá en un posible viaje y llegar dicha ciudad por el noroeste de los EUA, en abierta fuga de mi país, de mi pueblo, de todo lo que significaba raíz y origen. Salir era lo único que me importaba, de todas maneras Kurt Cobain estaba muerto desde hacia mucho tiempo. Por eso, cuando vi “Last days” (2005) de Gus Van Sant comprendí que el protagonista no podía hacer otra cosa que susurrar extrañas letras para si mismo, como hablándose y preguntándose toda la rareza del lugar en el que estaba, sin poderse explicar que hace exactamente en aquel lugar, afuera todo un bosque, un verde y peligroso universo, así es el mundo, no bastan las explicaciones posibles, solo susurrarse para aguantar el dolor, como una penitencia impuesta o un lamento milenario.
Distancia, nostalgia, amigos, rock alternativo o grunge. Seattle fue una ciudad llena de jardines y utopías, la ciudad desconocida desde todos los puntos cardinales imaginados para nuestras ansias de ver y conocer mas allá de las fronteras impuestas. La rebeldía rebeldes sin causa y con causa… y de todo el obstine, palabra jodidamente repetida..but Im still alive..y volvíamos al alcohol y la noche ilusionados.

miércoles, 17 de febrero de 2010

I GOTTA FEELING O EL FILME QUE NUNCA FILME.

Realmente a veces tengo ganas de filmar una película con un ambiente similar al de este video de Black Eyed Peas. Una historia sencilla, juvenil, llena de vida y energía, al estilo del primer Danny Boyle con algo de aquel “Risky Busines” de Tom Cruise y Rebeca de Mornay en el corazón de los 80. Un filme de un grupo de jóvenes por supuesto, que solo quieren divertirse y que por alguna razón tienen algún tipo de don sobrenatural. Creo que Miami Beach seria un buen escenario, Miami en general. Mucha adrenalina, velocidad, un buen soundtrack compuesto de house, trance, algo de música latina y por supuesto mucho rock and roll. Nada que ver con el guión que estoy escribiendo ahora como se diría en ingles en la tapa del DVD “…totally creepy” sigue Lynch, Haneke y los asiáticos, nunca el dandy ingles de Boyle, debería relajar, ponerme una gafas de noche y bailar. Filmar y bailar.



lunes, 11 de mayo de 2009

NOTAS SOBRE ROLANDO LASERIE. 1


Por Micael Avalos.

William Newton Calazán Rolando Laserie Rodríguez, quien luego acortaría su nombre para quedarse en el Rolando Laserie que todos conocemos, nació en Mata, en esa época un pueblo de apenas 2,000 habitantes en los alrededores de Santa Clara, el 27 de Agosto de 1923, hijo de Félix y Agustina y el menor de una familia de ocho hermanos. Su padre, de oficio maestro panadero y dulcero, se traslada para Santa Clara poco después del nacimiento de Rolando en busca de mejores oportunidades económicas. Empeñado en que su hijo se convierta en un maestro agrícola lo matricula en la escuela Juan Bautista Jiménez, pero Rolando ya tenía ideas muy diferentes y por lo que contó en alguna de sus entrevistas a los cinco años ya tocaba con una orquesta grande en el vestíbulo del teatro La Caridad, en Santa Clara. Asimismo el padre intentó que aprendiese el oficio de zapatero y de tabaquero, pero la escuela le seguía sin interesar a Rolando. Sus primeras actuaciones como músico tuvieron lugar, al menos por lo que indica lo poco que se ha encontrado hasta ahora al respecto, con la Orquesta Ranchuelo Swing, una agrupación que tocaba en varios de los programas musicales de la estación radial de Amado Trinidad. Dentro de la colección de documentos que alberga la Colección Cubana en la Universidad de Miami, se encuentra un viejo recorte de prensa que muestra a Rolando, con diez años de edad, tocando la batería en la Orquesta Hermanos Guimbarda y sobre la cual desafortunadamente no he podido encontrar información. Años más tarde, siendo aún adolescente, pasaría a formar parte de Cubanicay, una agrupación cuyo nombre se deriva del río que atraviesa la ciudad de Santa Clara, e integrada exclusivamente por artistas Afro-Cubanos. Por otra parte, integró la Orquesta Valdivia, y tocó también la de Julio Cueva a finales de los años 30. Aunque no he encontrado ninguna grabación de esta época, al menos si está comprobado que Julio Cueva se había asentado en Ranchuelo en 1939, tras regresar de su participación en la Guerra Civil Española. Dos años más tarde, en 1941, funda la agrupación Los Hijos de Arcaño, aprovechando la popularidad de la orquesta de Arcaño y sus Maravillas, imitando su estilo y tocando los ritmos más populares de la época: sones, danzones, pasodobles y foxtrots. Desafortunadamente, no existe grabación alguna que recoja la participación de Rolando en estas agrupaciones debido a que RCA Víctor, el único sello disquero en Cuba en ese momento limitaba sus grabaciones a las orquestas de la capital, lo que obligaba a estos conjuntos en la provincia a depender de presentaciones en sociedades de color y carnavales o esperar a ser contratados para tocar en fiestas privadas.
En 1943 Rolando se casa con Gisela “Tita” Boggiano, quien le acompañaría al año siguiente a Santiago de Cuba, donde Rolando viaja como miembro de la Orquesta Requena. Tras varios meses en Santiago, Rolando decide probar suerte en La Habana, a donde llega a principios de 1946. En busca de un puesto permanente, pasa de conjunto en conjunto, tocando con la Orquesta Hermanos Palau y con la orquesta femenina Anacaona en los famosos cafés al aire libre ubicados en los portales frente al Capitolio, aunque en el año 1947 se reintegra a la Orquesta Requena, con quienes realiza una gira de seis meses por Haití, país de origen de la primera pieza musical que grabó Rolando. En todos estos años Rolando trató de convencer a los directores de estas agrupaciones que podía desempeñarse como cantante, pero siempre terminaba cumpliendo como timbalero o baterista.
Este primer número ya mencionado, Panamá Tombé, lo graba para la Panart con los Jóvenes del Cuadro, un conjunto curiosamente así llamado por ser el director dueño de una fábrica de cuadros en el Cerro. Años más tarde Rolando admitiría que su verdadero comienzo como artista popular se lo debió a los Jóvenes del Cuadro y de que no haber sido por ellos nunca hubiese llegado a ser el Guapo de la Canción. Esta composición, una conga-himno de origen haitiano, tiene una historia curiosa que merece ser contada. Florvil Hypolite, Presidente de Haití entre 1889 y 1896 gustaba de usar llamativos sombreros Panamá y el desdichado hombre, tratando de defender su posición tras un golpe de Estado, encontrándose envuelto en esos trajines, siempre con su sombrero de Panamá en su cabeza, se cayó del caballo y se rompió la nuca, muriendo en el instante. De ahí el título de la pieza, Panamá Tombé: se me cayó el sombrero de Panamá. Desafortunadamente, ni siquiera en la colección Díaz Ayala se ha podido encontrar copia de esta grabación, aunque sí existe una versión de la misma que grabó Daniel Santos con la Sonora Matancera para la RCA Víctor en 1950.

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