miércoles, 8 de junio de 2011

OFICINA: CASI UN TESTAMENTO.


Pier Paolo Pasolini

INTELECTUALES RUSOS

Respecto a las condenas impuestas a los intelectuales rusos, me pronuncio en un estado de ánimo particular: el estado de ánimo de quien ha sido condenado por los tribunales italianos más o menos por las mismas razones (cuatro meses con la condicional por vilipendiar la religión, delito contemplado en un código aún fascista, en una de mis películas, La ricotta). Además, no me cuento entre aquellos que olvidan que, precisamente, los tribunales de Estados Unidos condenaron a Pound; y que muchos intelectuales norteamericanos han tenido que exiliarse por ser sospechosos de marxismo, es decir, de actividades contra el Estado. Claro que, para Rusia, el caso es más grave: no tanto por la severidad de las condenas cuanto porque el Estado, en lugar de autodestruirse, de acuerdo con la estupenda ideología de Marx, se consolida cada vez más, a través de la burocracia, el militarismo, la policía, etc. Eso que los chinos llaman revisionismo, dulcifica en definitiva la relación entre la producción (estatal) y los consumidores (funcionarios), pero no dulcifica en absoluto esa horrible institución que es siempre y en todas partes el Estado (el Poder).

CULTURA EN RUSIA

Muchos escritores rusos son amigos míos; y hacia muchos de ellos, además de amistad, siento aprecio. Pero me parece que la cultura oficial rusa (me refiero concretamente a la literaria) es ociosa, aburrida, sedentaria, conformista, sentimental y retórica. Evidentemente, igual que hay otra cultura norteamericana, supongo que habrá también otra cultura rusa. Sin embargo, no me gustaría que fuera la de Bulgákov.

CULTURA ITALIANA

Es una cultura de sedentarios, todos iguales entre ellos, todos pequeñoburgueses y todos integrados. Los católicos están orgullosos de su catolicismo; los laicos, de su laicismo. Las vanguardias son casos de esnobismo y (afortunados los vanguardistas, que siguen siendo tan ingenuos como para creer en estas cosas) ¡de poder literario! No hay que olvidar que Italia es, culturalmente, una provincia. Y no hay que olvidar lo que dice Goldmann respecto de la homología entre una sociedad y las obras literarias que produce. Hay algo de vida en el cine (que es, semiológicamente, un sistema de signos no nacional sino internacional; por lo tanto, los directores de cine están menos condicionados por la mezquindad de su mundo nacional que los escritores).

LOS GRANDES POETAS

En Italia, el poeta más grande es Sandro Penna (mientras que uno de los peores es Salvatore Quasimodo). De los norteamericanos me gusta el primer Ginsberg. Me gustan otros, recientemente fallecidos: Dylan Thomas, Machado y Kavafis.

POR QUÉ SAN MATEO

Estaba en Asís, hospedado por una comunidad religiosa, para asistir a un debate sobre mi primera película. Aquel día llegó sin previo aviso, a Asís, el papa Juan XXVIII, lo cual provocó un colapso circulatorio en la pequeña ciudad. Mi vi obligado a permanecer encerrado en mi habitación y a aplazar mi partida. En la mesilla de noche había un Evangelio. Empecé a leerlo, más bien por aburrimiento. Después de dos páginas ya había decidido que iba a rodar lo que al final sería mi Evangelio según Mateo. Fue, pues, un trauma, una iluminación repentina. Pero ahora sé que aunque hubiese hecho una elección razonada, no habría podido elegir otro que no fuera el Evangelio de Mateo. Éste es, en efecto, de los cuatro Evangelios, el más revolucionario.

¿ESCRIBO POESÍAS?

No, no escribo poesía desde hace dos o tres años. La verdad es que no me lo esperaba. Empecé a escribir poemas cuando tenía siete años, y he seguido escribiendo sin interrupción hasta hace precisamente dos o tres años. ¿Que por qué ya no escribo poemas? Porque he perdido el destinatario. No veo con quién dialogar utilizando esa sinceridad típica de la poesía, que llega incluso a ser cruel. Durante años he creído que existía un destinatario de mis confesiones o de mis testimonios. Pero ahora me he dado cuenta de que no existe; de que con los amigos no es necesarios expresarse a través de la poesía: se expresa uno existiendo. Las exageraciones, los excesos y las ideas de cada uno se expresan viviendo. La poesía necesita que haya una sociedad (es decir, un destinatario ideal) capaz de dialogar con el pobre poeta. En Italia no existe tal sociedad. Existe aún un buen pueblo simpático (especialmente allí donde no llegan los periódicos ni la televisión) y una pequeña élite de burgueses cultos y desesperados. Pero una sociedad con la que uno se pueda poner en contacto a través de la poesía no existe. (Lo digo porque un poeta ha de tener ilusión, pero cuando la ha perdido no debe figurarse que la tiene todavía).

RELIGIÓN FORMAL

Toda religión formal, en el sentido de que su institución se ha vuelto oficial, no sólo no es necesaria para mejorar el mundo, sino que incluso lo hace peor.

CREENCIAS MÁS PROFUNDAS

La religión tal y como ahora se nos presenta es un viejo fenómeno del mundo pastoril, campesino y artesanal, es decir, de un mundo no industrializado. En nuestro caso concreto, hoy en día, la religión es un fenómeno del Tercer Mundo. Un campesino indio o un pastor árabe son seguramente más religiosos que un burgués católico o un capitalista protestante.
(En Italia, en estos últimos cinco o seis años, las vocaciones religiosas han disminuido en un 50 por ciento. ¿Por qué? Porque Italia se va industrializando y el mundo campesino clásico va desapareciendo. No puedo dejar de observar, sin embargo, que las vocaciones han aumentado en Estados Unidos, precisamente el país más industrializado del mundo. Y no sólo eso: también los fenómenos beat, hippy, etc., son fenómenos de carácter religioso. Esto significa que el mundo industrial también está empezando a expresar su propio espíritu religioso, que sin embargo es sustancialmente distinto del clásico. La protesta, por ejemplo, sustituye a la aquiescencia y a la resignación; la libertad sustituye a la represión, etc., etc.).

VIETNAM

¿Qué se puede decir de Vietnam que no se haya dicho ya y que por lo tanto no sea estúpido? Yo soy uno de los que menos hablan de Vietnam. Por lo general hablo de Vietnam para decir que hay cosas peores que Vietnam. Por ejemplo la prensa conservadora y la televisión. Siento mucho respeto por los marines que Johnson (como en un sueño, dice Moravia) ha enviado a morir a Vietnam, pero me veo obligado a gritar: ¡Vivan los vietcongs!.

CASTRISMO

Suspendo toda opinión sobre el castrismo mientras no haya visto con mis propios ojos (o mientras no me lo haya testificado alguien digno de crédito) que en Cuba hay campos de trabajo y reeducación obligatorios.

COMUNISMO Y RELIGIÓN

La coexistencia del comunismo y la religión es concebible en una sociedad como, por ejemplo, la italiana. ¿Por qué? Porque Italia no es todavía un país completamente industrializado (el Sur forma virtualmente parte del Tercer Mundo) y, por lo tanto, para los campesinos y los últimos artesanos la religión es un fenómeno natural y sincero. También la burguesía italiana, que es muy reciente (casi todos nuestros abuelos eran campesinos: en 1870, cuando se alcanzó la unidad de Italia, el 90 por ciento de los italianos eran analfabetos), vive aún, con mentalidad rural, la religión como una necesidad. De los ocho millones de votantes comunistas, una gran parte no sólo es católica por mentalidad, sino que además es practicante. El laicismo en Italia es un fenómeno aristocrático, cultivado por élites burguesas en el contexto europeo.
La guerra fría y el anticomunismo en Italia son, por lo tanto, dos cosas estúpidas, y el diálogo, instaurado por Juan XXIII, estaba ya en las cosas y en los hechos. Todo lo demás era herencia fascista.
Para los países totalmente industrializados y con grandes y viejas burguesías (Inglaterra, Estados Unidos) el asunto es muy distinto. El laicismo (que es la religión del liberalismo) tiene una gran difusión, también entre la clase trabajadora. Así pues, la religión (el protestantismo, religión tradicional de la burguesía) se ha liberalizado; comunistas, hay pocos. La cuestión del diálogo no está de actualidad; o en todo caso es un problema de asuntos exteriores.
Por lo tanto, comunismo y religión pueden coexistir en los países preindustriales, en los que comunismo y religión se oponen en concreto como dos ideologías distintas. En los países industrializados (capitalistas o socialistas) tal coexistencia no es más que un hecho teórico, porque en realidad no se da una coexistencia histórica y objetiva.
Para terminar quisiera decir, no obstante, que lo contrario de la religión no es el comunismo (que, aunque haya tomado de la tradición burguesa el espíritu laico y positivista, en el fondo es muy religioso); lo contrario de la religión es el capitalismo (despiadado, cruel, cínico, puramente materialista, causa de la explotación del hombre por el hombre, cuna del culto al poder y nido horrendo del racismo).

PACIFISMO

No soy pacifista por naturaleza, sino por elección.

TEATRO Y CINE

Hay (y seguirá habiendo) maleantes que hacen cine y teatro comercial con el fin de entretener (y recaudar), y hay (y seguirá habiendo) imbéciles que hacen cine y teatro para educar (sin recaudar). En realidad, el cine y el teatro de autor no están hechos ni para divertir ni para educar.

UNA BUENA PELÍCULA

Sólo hay una cosa esencial en una buena película: el hecho de que en la pantalla pase algo real.

EL BIEN Y EL MAL EN EL ARTE

El arte es una concepción: es un sistema estilístico dentro de un sistema lingüístico. Es un mensaje dentro de un código. Esto conlleva muchos compromisos. Por supuesto, la forma más pura de arte es el silencio absoluto de los poetas que no escriben.

SUFRIMIENTO Y ARTE

A este respecto, yo no diría que sufrir sea necesario (porque si así lo hiciera estaría enunciando una regla y utilizando por lo tanto una retórica tranquilizadora), sino que es inevitable.

COMUNISTAS DE SALÓN

De los comunistas de salón pienso lo mismo que pienso del salón. Mierda.

EL MUNDO GIRA A LA IZQUIERDA

Nos podemos preguntar legítimamente dos cosas opuestas: 1) ¿Por qué el mundo está situado a la derecha [en el espectro político]? 2) ¿Por qué el mundo gira a la izquierda? No sé si en el futuro inmediato prevalecerá el permanecer a la derecha o el girar a la izquierda. En cualquier caso, se puede decir que en la derecha están, o estuvieron, Franco, Salazar, los coroneles griegos, los ultramontanos italianos, los neocapitalista ingleses y franceses incluso los más avanzados, Johnson, toda la América profunda y, además, todas las personas ricas del mundo (reyes árabes, maharajás indios, latifundistas sicilianos, etc., etc.; con sus siervos: intelectuales conservadores, democracia vaciada de contenido, intereses particulares) Van a la izquierda, en cambio, todos los pastores y los campesinos del Tercer Mundo (casi dos tercios de la humanidad), los negros de Estados Unidos, la Nueva Izquierda norteamericana, los hijos jóvenes de los capitalistas ingleses y franceses, un número insignificante de intelectuales y, aunque poco a poco, las clases trabajadoras del neocapitalismo mundial, incluidas las de Castilla y las de la región Ática.
A la cabeza de quienes se quedan en la derecha no hay nadie, excepto la horrenda cara de un anuncio publicitario que representa a un antipático y mierdoso bienestar; a la cabeza de quienes van a la izquierda están los vietcongs, vivos y muertos, los guardias-rojas y los muchachos de la Unión Soviética (que en estos momentos está parada).

EL CAPITALISMO

El capitalismo es hoy en día el protagonista de una gran revolución interna: se está convirtiendo, revolucionariamente, en neocapitalismo.
En contradicción con lo que decía antes, podría afirmar que la revolución neocapitalista se presenta como competidora de las fuerzas mundiales que van a la izquierda. En cierto sentido, ella también se sitúa a la izquierda. Y, hecho insólito, yendo (a su manera) a la izquierda tiende a englobar todo lo que va a la izquierda. Ante este neocapitalismo revolucionario, progresista y uniformador, se experimenta un inaudito sentimiento (sin precedentes) de unidad del mundo.
¿Y por qué pasa esto? Porque el neocapitalismo coincide con la completa industrialización mundial y con la aplicación tecnológica de la ciencia. Todo esto es producto de la historia de la humanidad: de todos los hombres, no de este o de aquel pueblo en concreto. Y de hecho los nacionalismos tenderán, en un futuro próximo, a nivelarse bajo la presión de este neocapitalismo esencialmente internacional. De modo que la uniformidad del mundo (que de momento sólo se intuye) será una uniformidad efectiva de cultura, de formas sociales, de bienes y de consumo.
Yo espero, naturalmente, que en la competición que he mencionado no gane el neocapitalismo, sino que ganen los pobres. Porque yo soy un hombre antiguo, que ha leído a los clásicos, que ha recolectado las uvas en los viñedos, que ha contemplado la salida y la puesta del Sol sobre los campos, entre antiguos y fieles relinchos, entre benditos balidos; que después ha vivido en pequeñas ciudades que llevan en su espléndida imagen la impronta de las edades artesanales, en las que hasta una casa de labranza o un murete son obras de arte, y un riachuelo o una colina son suficientes para separar dos estilos y crear dos mundos. (Por lo tanto, no me interesa para nada un mundo uniformado por el neocapitalismo, es decir, por un internacionalismo engendrado, mediante la violencia, por la necesidad de la producción y del consumo).

EL GENIO

¿Genio se nace o se hace uno? Ante todo se nace hombre. Después, en los primeros años de la infancia, se lleva uno tales sustos o experimenta tales dulzuras, que al final toda la vida acaba siendo determinada por éstas o aquéllos. Un genio (odio esta palabra) está determinado por los miedos o por las dulzuras (ambos extremos) que ha experimentado de pequeño. Lo de hacerse genio consiste en un ejercicio (tenaz, oculto, inconsciente, obsesivo e irrefrenable) dirigido a recrear las dulzuras infantiles o a levantar barreras contra los miedos infantiles.

LIBERTAD SEXUAL

¿Es la libertad sexual necesaria para la creación? Sí. No. O quizá sí. No, no, claro que no. Pero sí. No, mejor no. ¿O sí? ¡Oh, maravillosa incontinencia! (¡Oh, maravillosa castidad!).

MEJORAMIENTO DEL MUNDO

Un individuo solo que se proponga hacer algo para el mejoramiento del mundo es un cretino. En su mayor parte, los que trabajan públicamente para un mejoramiento del mundo acaban en la cárcel por estafa. Además, al final el mundo consigue integrar casi siempre a los herejes. Por ejemplo: las beatificaciones y las canonizaciones Admítase que se canonice a Juan XXIII: helo ahí integrado, convertido en una estampita, exorcizado. Y no hay duda de que Juan XXIII contribuyó a un mejoramiento del mundo. Pero si alguien le hubiese preguntado: Perdone, ¿usted contribuye al mejoramiento del mundo?, se habría reído del entrevistador, o a lo mejor lo habría mandado al diablo; y seguramente después habría dicho para sí, sonriendo: Hago lo que puedo.
En realidad, el mundo no mejora nunca. La idea del mejoramiento del mundo es una de esas ideas-coartada con las que se consuelan las conciencias infelices o las conciencias obtusas (incluyendo en esta clasificación también a los comunistas cuando hablan de esperanza. Así pues, una de las maneras de ser útil al mundo es decir clara y rotundamente que el mundo no mejorará nunca, y que sus mejorías son metahistóricas: se producen en el momento en que alguien afirma una cosa real o cumple un acto de valentía intelectual o cívica. Sólo la suma (imposible) de esas palabras y esos actos produciría un mejoramiento concreto del mundo. Y sería el paraíso y la muerte.
El mundo, por el contrario, lo que sí puede hacer es empeorar. Y es por eso por lo que hay que luchar continuamente: y luchar, además, por un objetivo mínimo, es decir, por la defensa de los derechos civiles (cuando se hayan obtenido a través de anteriores luchas). Los derechos civiles están constantemente amenazados, constantemente en peligro de ser suprimidos. Es necesario, pues, luchar para crear nuevos modelos de sociedad, en los que el programa mínimo de los derechos civiles esté garantizado. Por ejemplo, una sociedad auténticamente socialista.

COMUNISMO TRADICIONAL

Sí, el comunismo tradicional está acabado. Tres son las causas: el neocapitalismo con su nuevo modelo de civilización tecnológica; el Tercer Mundo, con su vieja sociedad campesina; y China, que quiere llegar a la civilización tecnológica sin pasar por la fase pequeño-burguesa.

LUCHA DE CLASES

Hoy en día, la lucha de clases ya no es la clásica (el último ejemplo es Cuba, cuya revolución es extraordinariamente parecida a la Rusa de 1917). ¿Qué ha pasado? Los trabajadores están cada vez más cautivados por la calidad de vida característica de la industrialización total y de la sociedad del consumo (con el mito de la técnica), mientras que los campesinos, que han participado en las guerras de liberación nacional en todas las ex colonias del mundo, tienen más conciencia social y de clase que en el pasado.

EL CATOLICISMO

Ahora mismo, el catolicismo está ocupado sobre todo en sobrevivir. Con la disminución de las vocaciones en un 50 por ciento y el cierre al apostolado de las antiguas colonias (recuerdo el episodio del bajo Sudán), la Iglesia católica ha entendido que para sobrevivir tiene simultáneamente que: a) ser la Iglesia del Tercer Mundo; es decir, volver a sus orígenes campesinos y pobres; y b) ser la Iglesia del mundo industrializado, capitalista o comunista, que tiene exigencias religiosas completamente nuevas. Son dos exigencias absolutamente contradictorias.

VIOLENCIA

¿Que si me siento atraído por la violencia en sí? ¡Qué pregunta tan difícil! ¿Cómo puedo conocer mi subconsciente? ¡Si lo conociera ya no sería subconsciente! El psicoanálisis nos ha legado la maldita costumbre de juzgarâ a los demás también por las tendencias de su subconsciente (¡como si fuéramos unos experimentados psicoanalistas!). Por ejemplo: a uno le atropella un coche, pobre hombre, y entonces todos salimos a coro: “Qué se le va a hacer, si le han atropellado es porque en el fondo él lo deseaba, así que ¡peor para él!. Conscientemente, puedo decir lo siguiente: que yo creo en el mito materno de la bondad y la indulgencia, y es este mito lo que yo querría realizar en mi manera de vivir. Por otro lado, son tantas las ofensas y los desengaños que este mito mío ha padecido en las experiencias reales de la vida, que no he podido evitar rebelarme, indignado.
Y dado que la indulgencia y la bondad, para ser tales, han de ser intrépidas (me lo decía mi madre, quizá no con las palabras, pero sí con el corazón), hete aquí que el indulgente y bondadoso, cuando se rebela, llega hasta el final. Así pues, la versión que yo doy de mi violencia es muy idílica: que se trata, en cualquier caso, de una violencia única y exclusivamente intelectual.

ATAQUE A PÍO XII

He atacado a Pío XII por las mismas razones por las que la Iglesia le ha atacado algunos años después (último acto: el relevo de su cargo del cardenal Ottaviani).

CINEASTAS FAVORITOS

Dreyer (plenitud sagrada de los rostros y los objetos); Buster Keaton (perfección formal); Murnau (la mejor película del mundo es La última carcajada); Mizoguchi (grande como Giuseppe Verdi), Renoir y Tati (los únicos que han sabido hacer poesía sobre la pequeña burguesía); Bergman (no el feudal, sino el burgués de Luces de invierno); Godard (¿cómo no amarlo?); el bueno de Fellini; y Charlot (los más grandes placeres del cine). Añadiré, para completar el cuadro, que no me gusta ninguno de los mitos de Cahiers du Cinéma, a saber: ni Hawks, ni Hitchcock, ni Ford. Y detesto a Eisenstein.

TEMAS RELIGIOSOS

Soy un marxista que elige temas religiosos. ¡Ésta sí que es buena! ¿Es que ahora existe también un monopolio de la religión? ¡He aquí la conclusión de cuarenta años de horrenda propaganda y de macartismo! Muchos de los hombres más profundamente religiosos de este siglo han sido comunistas. Pienso por ejemplo en Gramsci (el fundador del PCI). Ellos han luchado por puro altruismo y han dado a su vida un solo ideal (que sin duda alguna podemos calificar de ascético), por el cual han desafiado la cárcel, la tortura y la muerte. Entiéndase que cuando digo religioso no quiero decir creyente en una religión confesional.
Los comunistas son en efecto, casi todos, laicistas y positivistas. Pero el laicismo y el positivismos los han heredado de la civilización burguesa (la gran civilización burguesa que primero hizo la revolución liberal y después la revolución industrial). Lo que ha ocurrido luego es que, para el burgués, laicismo y positivismo se han mantenido inalterados (patrimonio, con todo, de una élite burguesa), mientras que el nacionalismo y el imperialismo, nacidos como consecuencia directa del capitalismo, han empujado muy pronto al burgués medio a las viejas posiciones clericales: a cultivar una religión de mero interés, hipócrita, estatal e incluso feroz (ver el clero zarista y franquista). Por lo tanto, y si acaso, la pregunta legítima no es: “¿Puede ser religioso un comunista?, sino: ¿Puede ser religioso un burgués?.

¿CREO EN DIOS?

Me he definido como no creyente desde los catorce años. Por primera vez, en estos últimos meses he concebido en cierto modo una idea, si bien inmanentista y científica, de Dios.
Cómo he llegado a ello es muy curioso. Siempre he tenido interés por los problemas lingüísticos, aun limitándome al campo de la lengua italiana, y en Italia paso por ser un lingüista interesante, si bien mal informado y excéntrico. Últimamente me he volcado con pasión en unas investigaciones lingüísticas sobre el cine. Era inevitable, pues, que recurriera a la semiología, ciencia según la cual los sistemas de signos son infinitos, y no sólo lingüísticos.
He llegado a la conclusión de que el cine, al reproducir la realidad, hace una perfecta descripción semiológica de ésta. Y que el sistema de signos del cine es prácticamente el mismo sistema de signos de la realidad. Por lo tanto, ¡la realidad es un lenguaje! ¡Lo que hay que hacer es la semiología de la realidad, no la del cine! Pero si la realidad habla, ¿quién es el que habla y con quién habla? La realidad habla consigo misma: es un sistema de signos a través del cual la realidad habla con la realidad. ¿No es espinosiano todo esto? Esta idea de la realidad, ¿no se parece a la idea de Dios?

GOLPES DE ESTADO

Tanto la intentona de golpe de Estado en Italia, en 1964, como el exitoso golpe de Estado en Grecia son acontecimientos que se han producido en el ámbito de la OTAN. En Italia se llevó a juicio a los periodistas de LEspresso que denunciaron ante la opinión pública a algunos de los responsables de dicha intentona. Sin embargo, el partido católico (democristiano) ha paralizado, con el apoyo de los socialistas, la investigación parlamentaria. Evidentemente, no existe la voluntad de dilucidar las responsabilidades internacionales.
Nosotros los intelectuales (en este asunto tan grave) hemos brillado por nuestra ausencia. Es cierto: en las cenas, en las reuniones, ponemos verde a nuestra clase política, a la burguesía en la que se refleja y, en general, a este pequeño, marginal, provinciano, indiferente y miserable país que es Italia. ¿Pero y nosotros? ¿Qué hacemos? ¿Acaso somos mejores? ¿Qué es lo que hace que estemos ausentes y mudos? ¿El miedo? ¿La prudencia? ¿La desconfianza? ¿La pereza? ¿La ignorancia? Sí, todo eso.

SUBPROLETARIADO

Lo que me atrae del subproletariado es su rostro, porque es limpio (mientras que el del burgués es sucio); porque es inocente (mientras que el del burgués es culpable); porque es puro (mientras que el del burgués es vulgar); porque es religioso (mientras que el del burgués es hipócrita); porque es loco (mientras que el del burgués es prudente); porque es sensual (mientras que el del burgués es frío); porque es infantil (mientras que el del burgués es adulto); porque es inmediato (mientras que el del burgués es previsor); porque es amable (mientras que el del burgués es insolente); porque es vulnerable (mientras que el del burgués es altivo); porque es incompleto (mientras que el del burgués es aquilatado) porque es confiado (mientras que el del burgués es duro); porque es tierno (mientras que el del burgués es irónico); porque es peligroso (mientras que el del burgués es blando); porque es feroz (mientras que el del burgués es chantajista); porque tiene color (mientras que el del burgués es blanco).

POBRES Y RICOS

Los pobres son reales; los ricos, irreales.

PABLO VI

Se dice que Pablo VI está en desventaja respecto a Juan XXIII porque éste era más simpático. Lo rechazo absolutamente. Sólo en un sentido superficial Juan XXIII era más simpático que Pablo VI. En realidad, si pienso en lo que significa simpatía (comunidad de sentimientos), me resulta más simpático Pablo VI, porque sufre de la misma manera que yo, y actúa de esa manera compleja, difícil de comprender, repleta de ímpetus y de contradicciones, típica de los intelectuales. Lo que hace simpático a Pablo VI es su atormentada inteligencia. El hecho de que no tenga cualidades externas como el encanto o, precisamente, la simpatía, despierta ternura.

KENNEDY

¡Oh, qué se puede decir de John F. Kennedy! Es la única persona poderosa, el único político del que me hubiera gustado ser amigo.

PROTESTA AMERICANA

Como ya he dicho tantas veces y en tantos lugares, yo no quiero ser italiano. Me gustaría ser estadounidense. Naturalmente, sería un estadounidense de la otra América. ¡Y por fin mi manera de protestar sería libre! ¡Absolutamente, totalmente, locamente libre! En Italia, incluso la protesta es conformista. La protesta liberal utiliza un lenguaje de liceo que apesta a cadáver; la protesta marxista está preconstituida como un formulario. ¡Mientras que no hay nada más hermoso que inventar día tras día el lenguaje de la protesta!

CINE Y REALIDAD

El sistema de signos del cine es el mismo que el de la realidad. Por ejemplo: estoy viendo la cara de un muchacho con el pelo muy muy rizado, unos ojillos rientes y una expresión cómica e inocente que parece amasada en su propia carne. ¿De qué se trata? ¿De un muchacho que tengo delante de mí realmente o de un primer plano que aparece en la pantalla? Sea lo que sea, me habla de la misma manera, y yo lo entiendo a través de los mismos signos. La verdadera naturaleza de ese muchacho se me presenta y expresa de la misma manera tanto en la vida real como en la pantalla.
Estoy hablando, claro está, de cine puro, no de manipulaciones comerciales (en las que todo puede estar falseado por el manierismo del director y de los actores¦, pero falseado hasta qué punto, me pregunto; la verdad, al final, ¿no acabará saliendo a la luz? Si el actor es un idiota que interpreta a un genio, ¿no acabará viéndose que es un idiota?). Para que el cine pueda hacer cosas nuevas tiene que estar lo menos manipulado posible, ya sea en el sentido de la comercialidad o ya sea en el sentido de la experimentación estilística: una película de Mekas y una de Hollywood están, ambas, igual de lejos de la realidad.
Y sólo la realidad puede ser, o ser vista, de manera distinta. Si un director tiene una idea nueva de la realidad, dirá cosas nuevas en sus películas.

A DE FILIPPO

Eduardo De Filippo es el más grande de todos los actores italianos. En sus representaciones, habla siempre en dialecto napolitano. Aunque él no lo sabe aún, tengo pensado escribir un texto teatral para él. De este texto teatral sólo sé de momento cuatro cosas: 1) que está hablado en napolitano; 2) que se titula Mandolini; 3) que la acción se desarrolla en China, entre campesinos y guardias-rojas; y 4) que el protagonista es un chino que finge estar muerto, y que despierta únicamente cuando está solo para charlar un rato consigo mismo, y que en una ocasión, para desentumecer las piernas, ejecuta un ballet acompañado por el sonido de las mandolinas. Probablemente, el hombre que finge estar muerto es el símbolo de mi opinión sobre el comunismo chino. ¿Resucitaré? ¿Ejecutaré un ballet al son de las mandolinas? ¿Borraré en mí todo signo de cultura, occidental u oriental, y recuperaré la virginidad cultural de los campesinos?

SISTEMA NORTEAMERICANO

Del sistema político norteamericano me gusta la forma de protesta que tolera, y que se puede resumir en una máxima delirante y maravillosa: Sólo la verdadera democracia puede destruir la falsa democracia.

Gente, 17 de noviembre de 1975

(1) Pelmazo.

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