Magdiel Aspillaga
Según los mayas este es el año del final,
otros optimistas aseguran que se trata del año del cambio, un cambio de era, un
cambio en la manera de apreciar, algo está cambiando, estamos cambiando nuestra manera de percibir y sentir el
mundo. Para aquellos que continúan en otras eras sus vidas son aún muy jóvenes
y el percibir y ser percibido
sigue siendo una de las prioridades más lejanas. Afuera de la cripta del terror (como el título
de aquella película de los ochenta) sigue el tiempo corriendo sin saber si estos son sus últimos minutos.
Siento que están sucediendo eventos en lugar de filmes. Así sucedió cuando Harmony Korine se lanzó con una doméstica y ya olvidada Hi-8 para
rodar su “Trash humpers” documento iconoclasta poético cinematográfico, o el iraní
Jafar Panahi movido tanto por la necesidad de expresión como por la prohibición
de rodar en una nube de años por el extremista gobierno de Irán y sobretodo
siendo consecuente como artista rodó su “This is not a film” con la ayuda de su
Iphone, acción que ya había realizado tiempo atrás el genio coreano Park Chank
Wook con su “Paranmajang”. Las nuevas tecnologías permiten no solo una
facilidad en la concepción y realización de los trabajos sino en la apreciación
y síntesis de lenguaje que las mismas aportan y que el creador usa en su propio
beneficio. En medio de estas
absorciones de estilos géneros, técnicas y el desenfado que algunos aldeanos deberían
imitar, llegan los ecos raros de realizaciones aisladas que mucho me llaman la
atención.
Jafar Panahi rodando “This is not a film”
Park Chank Wook rodando su “Paranmajang”.
Hace un años tropecé con “The human
centipede” (First sequence) (2009) una cinta holandesa del realizador Tom Six,
básicamente un filme de horror donde un sádico cirujano que odia a la humanidad
decide llevar a la práctica su más “glorioso” experimento, la creación de un
ciempiés humano. Este cirujano pretende unir (y lo hace) a tres
personas a través de sus sistemas digestivos atados de la boca al ano cuya forma como es lógico nos hace
recordar un ciempiés. La película fue bien exitosa y se logró insertar en el
mercado norteamericano, de hecho estoy seguro la encontré en algún sitio de
rentas de videos de dudosa procedencia. Así, el siniestro exmédico devenido
ahora en creador, atrapa tres personas para llevar a cabo su tarea, un japonés
y dos bellas turistas norteamericanas. De más está mencionar todo el camino de
tortura, sangre y sadismo que viven las víctimas. En medio de todo el horror
yace la fascinación por ver el resultado de dicho experimento, no dejo de reconocer
que una idea un tanto enferma pero a pesar de nadar en terreno trillado y donde
no queda mucho por hacer en el género, “The human centipede 1” sale muy bien parada. El aislamiento
de la historia que sucede en un remoto lugar de Europa, los destinos cruzados
de los personajes y la aberrante idea hacen que la película opere como un
revelador documento del “cambio”, la náusea del cambio, la fascinación por el
cambio, la perversión (en sentido literal de la palabra) de invertir y
subvertir valores hacen que la película sea una verdadera explosión
perturbadora. No es solo el horror contado como se narra en un filme “….dos bellas
jóvenes se pierden una noche de lluvia, descubren una misteriosa mansión donde
son victimas de un desviado experimento…” es también una película
sobre “lo que usted puede ser capaz de hacer” por primera vez en la vida pueden
cambiar las cosas, sea con el fin del mundo o con la idea de que ya no somos las víctimas manipuladas en un filme.
“The human centipede” (First sequence) (2009)
A PROPÓSITO DEL CAMBIO EL FIN DEL MUNDO
EL 2012 LA NÁUSEA Y LOS VALORES INVERTIDOS NO HABÍA VISTO “MELANCHOLIA” DE LARS
VON TRIER BIEN PUDIERA HABLAR DE ELLA EN ESTE POST PERO CREO LO DEJO PARA OTRO.
PUEDE SER JUNTO CON “DOGVILLE” LA CINTA QUE MENOS ME ENTUSIASMA DE VON TRIER
PERO AL IGUAL QUE CON “LOS IDIOTAS” LA QUE MÁS ME INCOMODÓ CONFORTABLEMENTE. AQUÍ TAMBIÉN SE
SIENTE EL ECO DEL CAMBIO. NO BASTA CON RODAR EN IPHONES, SLR O VIDEOS CASEROS PARA ANUNCIAR EN ECO QUE LAS
COSAS VAN A CAMBIAR, SE DESEA EL FIN DEL MUNDO, SE IDEAN FILMES SOBRE
CATÁSTROFES Y POSIBLES FINALES. EL FINAL NO ES MÁS QUE EL INICIO, EL INICIO ES
EL FIN Y COMO DIJO OTRO GRAN POETA FÍLMICO, ES EL FIN PERO NO ES EL FIN.
Y de la película que me disponía a
comentar no era la primera sino la segunda se trata de “The human centipede 2
(Full sequence) (2010) también escrita y dirigida por Tom Six. Un
desequilibrado security de un parqueo termina de ver “The human centipede 1” la
primera secuencia (first sequence) se trata también de la primera secuencia del
filme, cierran los créditos en THE END y la cámara sale de la vieja laptop de este nuevo personaje
fan numero uno de la cinta anterior y que hará todo a lo largo de la película
por llevar a la realidad lo que acaba de ver en cine. Llevar a la realidad en
esta secuela lo que el protagonista vio en la anterior hizo que “The human centipede”
(FULL SEQUENCE) fuera censurada en
Inglaterra y que sufriera más de 30 cortes obligatorios para poder lograr un
proceso de distribución.
Personaje protagónico en “The human centipede 2 (Full sequence) (2010)
En toda la película casi no se habla, no
hay diálogos, estamos ante un
filme que no es solamente mudo “por gusto”, aquí el silencio tiene una fuerza
expresiva perturbadora, también en blanco y negro, y para mí profundamente
expresionista y que lo digo con referencia directa a la escuela fílmica alemana. Y al igual que en aquellos tempranos
años anteriores al nazismo donde los maestros alemanes visionaron la oscuridad que sobrevenía
el mundo, Six con un acento profético parece indagar en este tipo de
sentimientos. Su personaje central es un hombre gordo, feo, pobre, retrasado
mental, que vive en un diminuto apartamento que comparte con su severa y senil
madre que todo el tiempo lo regaña y que en más de una ocasión ha entrado a su
habitación mientras el duerme para apuñalear la cama vacía en un fallido
intento de asesinato a su propio hijo. Fue abusado sexualmente cuando niño, se
masturba mirando las secuencias de “The human centipede 1” sobretodo las
escenas que contienen desnudos, su masturbación consiste en envolverse su pene
en un papel de lija y lograr un orgasmo doloroso, en fin que con todo este perfil
lo mínimo que sale de un personaje así es un criminal sicótico y fan de una película
de culto. Comienza con ligeros asesinatos que lo llevan a asesinar a todo
personal que se le pare delante extras o figurantes del filme incluidos, llama
a Ashlynn Yennie la actriz principal de la cinta anterior haciéndose
pasar por una gente de Tarantino que la desea para un casting, esta aparece y el la secuestra (esta
vez de verdad).
El plan del protagonista es hacer su propio hombre ciempiés esta vez con las
doce personas que ha ido coleccionando durante todo el metraje. Su principal
mascota es un ciempiés al que ve como una bella y pura creación de la
naturaleza.
Las doce personas van a comer por el
mismo tubo digestivo lo que otro ya comió y digirió, aquí esta la metáfora del
autoremake, autocopia, autocanibalismo, mimesis, no es gratuito que el autor
interprete la voz en off del padre que violó al asesino en su infancia y que
viene en sonoros recuerdos. Six propone para degustar el plato que antes ya fue
digerido su propia película, y su idea poética no solo abarca de manera culta el cine de horror,
el subgénero, la historia del cine o de la obsesión humana por la violencia y
la deformación del cuerpo, “El hombre ciempiés” trata del cambio, la idea de
que el cambio puebla una parte mental permanente y llevarlo a cabo nos convierte en parias, el
villano trata de llevar a la
realidad una película, más que materializarla la quiere superar. Me atrevería a
decir que la película transgrede las fronteras del lenguaje fílmico/ video arte/
intervención/ performance…
HACE UNOS DÍAS TAMBIEN VI EN HBO “MARINA
ABRAMOVIC: THE ARTIST IS PRESENT”
DOCUMENTAL SOBRE LA VIDA DE LA ARTISTA YUGOSLAVA A PARTIR DE UNA
RETROSPECTIVA DE LA MISMA EN EL MOMA NY. EL CUERPO, EL SUFRIMIENTO, LA
FLAGELACIÓN Y EL CAMBIO.
Al final solo queda pensar en una
sencilla cinta de horror, el horror no tiene que ver ya con la muerte y el
final, sino con el cambio, no estamos quizás preparados para el cambio, el
horror a terminar convertidos en ciempiés atados de la boca al ano de otro
semejante, reptando por el suelo en un blanco y negro fotograma, afirmación de
que el universo puede acabar tal y como lo conocemos pero no nuestro cuerpo que
permanece en brutal metamorfosis (y ahora pienso en Cronemberg) nuestro cuerpo
es el único templo repetido una y otra vez por la cultura occidental.